Cerrar un ciclo no es fácil


Cerrar un capitulo en nuestra vida, cerrar por completo un circulo, una etapa ya acabada, no es fácil.  Nos vemos atados por un hilo muy fino que sigue uniéndonos a otra persona, a una situación que sabemos que nos provoca incomodidad, y a veces hasta nos hace daño.

                                                                                  
Decimos “se acabó” “ya no más” y creemos que con ello basta, incluso estableciendo una distancia física, nuestra mente nos llevará a vivir atados a situaciones ya vividas. Somos capaces de revivir momentos  con nuestra mente, muchas veces al día. Nos agotamos, volvemos a decir “basta”, pero los seres humanos somos un poco masoquistas, o quizás dependientes del pasado.

En una relación de pareja, por ejemplo,  darla por terminada, significaría en teoría que cada uno sigue su camino, y pueden rehacer su vida. Pero nuestro desapego no es tan efectivo, nos inventamos excusas para acercarnos, y sin pensarlo mucho, volvemos a estar ahí viviendo, repitiendo la misma experiencia, sin lógica, perdiendo la coherencia entre lo que sentimos, lo que pensamos y lo que decimos. Nos hacemos daño, sabemos que ya no hay mucho más que dar, ni que recibir, pero lo hacemos como una especie de entretenimiento.

Comienza nuestro vía crucis mental… ¿es esto lo que quiero? ¿No será que no me atrevo a quedarme solo(a)? ¿Pero que pasa conmigo, es que no tengo autoestima? ¿Y si no me va bien? Mejor me quedo con él o ella, total me conoce, “más vale malo conocido, que bueno por conocer”.

El conflicto te lleva a reprocharte, que nos has tenido el valor para resolver… Así con cualquier situación.

Pero, es que cerrar un círculo no es fácil, es una zona reconocida, actuamos de las emociones, y el pasado. Esto no es malo ni es bueno. Hago un paréntesis, porque esta frase ocasiona en algunas personas cierto malestar. Cuando digo que no es bueno, ni es malo, me refiero a que es la situación que estás viviendo en este momento. Que ha sido tu decisión, y por lo tanto no puede ser malo para ti, solo es una decisión. Ahora bien, la pregunta que debemos hacernos, es si nos apetece realmente, con toda la honestidad que podamos brindarnos a nosotros mismos, si nos apetece vivir esa experiencia.

Cuando te haces esta pregunta, sin buscar hacia afuera, olvidando de preguntarle a los amigos, familia, ni terceros. Te la haces tú, frente al espejo, a solas, desnudo, desnuda, sin interferencias, mirándote a los ojos, mirando tu cuerpo… ¿Es lo que deseas? ¿Vivir esta experiencia? ¿Es una decisión?

Las respuestas pueden ser sí o no.

Un: Quizás. Es que a veces me hace sentir. Me divierto pero... No lo tengo claro… Estas frases, lo único que te indican, es que no deseas responderte.

Si no deseas terminar, cerrar ese círculo en este momento, asúmelo también, ahí frente al espejo, di a ti mismo, deseo vivir un poco más esta experiencia, me da igual lo que ocurra, quiero seguir un poco más.

Lo que estás haciendo, es ser honesto contigo mismo, pero habrás tomado una decisión. Es tú decisión y de nadie más. Al desnudo, desnudando no solo tu cuerpo sino tu alma, dejando que tu Ser se exprese.

Para esto se necesita valor, porque muchas veces no deseamos escuchar las respuestas ni tomar decisiones. A veces solo preferimos dejarnos arrastrar por las situaciones, por las emociones. Pero sigue siendo tu decisión.

Cerrar un círculo o una etapa en tu vida no es fácil. Pero tendrás que decidir si permaneces en ella o sales desde la totalidad de tu conciencia. Aunque lo ideal es vivir desde el Ser, somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. 
Somos perfectamente imperfectos.

Feliz tránsito de vida.

Clairet Reyes


Las cargas transgeneracionales- Ejercicio para deshacerte de las cargas

“La violación de la jerarquía, se ve en una familia 
especialmente cuando un niño
 quiere hacerse cargo de algo
 que es de sus padres, 
para así salvarlos.”
Bert Hellinger

De niños adoptamos un guión de vida a modo de contrato que incluye cláusulas con compromisos necesarios para la supervivencia en su insano contexto de crianza. De adultos, podemos reeditar ese guión para adecuarlo a lo que hoy somos, adaptándolo para que funcione en nuestras relaciones del presente y nos ayude a lograr vivir la vida que nos merecemos. Proponemos un ejercicio de visualización creativa para liberarnos de la carga de lo que no nos pertenece.
 
Busca un lugar tranquilo y cómodo donde poder relajarte en un momento en el que no te interrumpan ni molesten. Cierra los ojos y visualiza en la pantalla de tu imaginación una habitación pintada y decorada a tu gusto con asientos cómodos situados en círculo, o de la forma que consideres más funcional para conversar. Acomódate  en uno de ellos y siéntete (atiende a las sensaciones que percibes en tu cuerpo) en ese lugar.

Recibe a tu padre y a tu madre (estén vivos o no) e invítalos a tomar asiento. Si consideras que hay otros miembros del árbol familiar que deban acudir al encuentro, hazlos aparecer en la escena.

Agradéceles haber acudido al encuentro y diles que les convocaste para devolverles lo que no es tuyo y les pertenece. (A continuación, se exponen propuestas de devolución que pueden ser ampliadas, reducidas o modificadas según el caso. Se puede visualizar a los padres y otros ancestros con una gran cesta en la que vas depositando cada devolución en forma de paquete de diferentes tamaños y colores. Esos paquetes los cargas en el regazo y se los vas entregando uno a uno. Utiliza el ejercicio tal como resuene en tu interior).

Os devuelvo la responsabilidad de vuestra felicidad. De pequeñ@ me creí poderos@, pensando que siendo de alguna forma o haciendo tal o cual cosa seríais más felices. Ahora sé que no depende de mí. Que es responsabilidad vuestra.

Os devuelvo el poder de sanar vuestras heridas. De asult@ entendí que nadie se sana si no es por un trabajo personal profundo.

Os devuelvo las creencias limitantes que pusieron freno a vuestra evolución. Yo me quedo con el permiso a desarrollarme plenamente en mis relaciones, mi profesión, mi prosperidad económica y creativa.

Os devuelvo las armaduras que pusisteis sobre mi corazón para protegerlo de heridas, pero que también me han impedido dar y recibir todo el amor que yo y los que me rodean hoy nos merecemos.

Os devuelvo vuestros miedos, vuestras fobias, vuestros proyectos frustrados, vuestros monstruos y fantasmas.

Haced con todo esto lo que queráis, quizá lo devolváis a nuestros ancestros, quizás los arrojéis al fuego… es vuestro.

Termina el ejercicio volviendo a agradecerles su presencia a todos los asistentes, y sobre todo, haber servido de canal para tu llegada al mundo. Observa cómo se llevan todo lo que les devolviste y se van marchando. Imprégnate de una agradable sensación de ligereza y liberación. Abre los ojos y estira tus músculos antes levantarte y seguir con tu día.


Carmen Guerrero

(Texto extraído del blog PLANO SIN FIN)

La biodescodificación - El despertar de la conciencia biológica


He querido compartir con ustedes, esta maravillosa herramienta denominada “El despertar de la conciencia biológica” porque creo que es muy revelador que mientras más conozcamos nuestras emociones, como una brújula, o medidor de nuestros pensamientos, evitaremos que se materialicen en nuestra biología.

¿Recuerdan cuando eramos niños, en alguna ocasión,  no deseamos ir al colegio porque para nosotros había un conflicto al cual no deseábamos enfrentarnos, y podíamos somatizar un dolor de tripa, vómitos e incluso fiebre? Era real, nos sentíamos mal, nuestro cuerpo reaccionaba a nuestro pensamiento. Una vez de adultos, hacemos lo mismo de manera más madura, nuestros pensamientos crean emociones más fuertes, por lo tanto creamos enfermedades y dolores más fuertes.

Nota importante: si usted padece de cualquier enfermedad, la biodescodificación no sustituye a la medicina tradicional, de hecho trabaja a base del diagnóstico médico. Por otro lado a veces sentimos impotencia por no comprender como funcionan las cosas, paciencia, hay profesionales de la biodescodificación que podrán acompañarle en el proceso. Pueden buscar la biodescodificación o  Enric Corbera y encontraran seguramente personas capacitadas en la ciudad donde resida.

Los invito a leer un extracto de una publicación de Enric Corbera definiendo y explicando la biodescodificación. Pero también los invito a leer el libro de Lisa Bourbeau OBEDECE A TU CUERPO ¡AMATE!  En este libro encontraran la definición de cada enfermedad y como se ha manifestado. 

“La Biodescodificación es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola.”

“Hay que tomar consciencia de que la emoción es la clave, es la que nos permite vivir, es el motor.”

 Enric Corbera, director del centro de terapias Natural Enric y del Instituto Español de Biodiscodificación nos desvela los secretos del despertar de la conciencia biológica con importantes apuntes sobre esta ciencia en auge: la BioDescodificación.

P:¿No aceptar un hecho traumático es lo que desencadena el inicio de una enfermedad?
R: No, eso sería una explicación mental, el inconsciente es muy biológico, hay mucha gente que intenta dar muchas explicaciones psicológicas a aspectos del inconsciente haciendo un trabajo largo y cansado para llegar a un camino sin salida, mientras que un impacto heredado que se ha anclado en él, mejor dicho congelado, está allí a la espera de desencadenarse por un acontecimiento parecido o repetido en el tiempo.

P: Entonces, ¿la adaptación al entorno adverso puede ser negativa para nuestro cuerpo?
R: La adaptación es biológica, tenemos patrones de comportamiento que se activan de forma biológica, donde nuestra mente consciente no puede hacer nada para cambiar nuestros actos. El Inconsciente Biológico siempre tiene un Sentido Biológico y éste es de adaptación a los cambios del entorno que provocan un sobre estrés.

P: ¿Qué es primero la enfermedad o la emoción?
R: Está clarísimo que lo primero es la emoción, en la naturaleza hay códigos de hace millones de años, nuestro cerebro esta formado por el cerebro reptiliano, muy antiguo hasta el neocortex, el más nuevo como su nombre indica. Se produce siempre un impacto que afecta a la Psique, al Cerebro y al Cuerpo a la vez.

La Biodescodificación trabaja utilizando el diagnóstico del médico como partida para su tratamiento, es un método que optimiza los tratamientos convencionales tradicionales, complementarios o alternativos, es asumir concientemente que tu inconsciente está dando una solución biológica a una demanda emocional, y que tú tienes las herramientas para sanarte.

De todas maneras la Biodescodificación tiene por objetivo principal “mover emociones” y cambiarlas en la situación traumática.

P: ¿Qué hace que el cuerpo tenga la capacidad de curarse?

R: Para la biodescodificación, nuestras enfermedades tienen un sentido biológico. Hay unos códigos biológicos que al descubrirlos nos permiten encontrar la salud.
La biodescodificación nos ayuda a encontrar el sentido biológico de la enfermedad.
La enfermedad es reversible, el cuerpo no tiene ninguna iniciativa, hace lo que le pedimos que haga, lo que pasa que esa petición es inconsciente. El inconsciente se manifiesta sea en forma de sueños, a través de un síntoma físico o una emoción.


Clairet Reyes 
Agenda tu cita vía online
https://clairetreyes.com/hablamos/

La AMISTAD como herramienta enriquecedrora

En el artículo anterior hablo de GRATITUD. 


Quiero decir, antes de comenzar a hablar de la amistad, de los amigos… GRACIAS!!! GRACIAS a todos mis amigos, porque ellos saben quiénes son, y yo sé que ellos lo saben, no necesito nombrarlos, porque he abierto la puerta de mi casa, de mi alma, y ellos me han abierto la suya.

La gente habla de tu alma gemela, cuando se refieren a las parejas. Yo pienso que las almas gemelas son tus amigos de verdad.

Pero existe una gama en la amistad, una especie de clasificación, que no se dice, que no se habla, ni se discute, simplemente la estableces dentro de ti. Por otro lado se encuentran las amistades, esas personas que conoces en los trabajos, tus compañeros de labores que duran el tiempo que permaneces allí, Están las personas que ocasionalmente te encuentras en algún evento al año, o en reuniones de amigos. Son esas personas que te caen bien, que resuenan contigo, no les cuentas tu vida, ni ellos a ti, pero son agradables cuando conectas con ellos.

Luego están los amigos y migas que crecen en tu misma cuadra, esos amigos con quienes fuiste al colegio en tu niñez, en tu adolescencia y que, aunque hayan pasado los años, nos volvemos a encontrar y sentimos que han pasado solo unas semanas; aunque el paso del tiempo diga lo contrario nuestras almas siguen siendo esas niñas, esos niños que fuimos en el pasado y que revive cuando nos juntamos.

En este correr de la vida, esos amigos de la infancia, de la juventud, son importantes no solo para nuestra vida, son importantes para nuestra salud, porque con ellos somos capaces de volver a reírnos a carcajadas por detalles, que para otros serian insignificantes. Es tanto así, que si alguna otra persona quisiera participar, no podría, es un lenguaje secreto creado, alimentado desde la niñez, difícil de explicar.

Hay amigos, amigas que conocemos en el camino, en una oficina y luego resultan ser tus hermanas del alma. Hay primas que se convierten en tus amigas. Porque los amigos no tienen nada que ver con la sangre, es un lazo invisible, fuerte, solido, ni siquiera se cultiva, es algo que esta, que existe y perdura en el espacio tiempo.

Es una conexión que va más allá de los intereses. No importa que tu amigo, amiga tenga o no tenga, que sea o no sea, eres amigo del ser. Por eso perdura porque va más allá de lo que vemos.

Los amigos no se buscan… llegan.
Son como pequeñas semillas que crecen rápidamente.
Un amigo te ve. Te ve de adentro.
Ve tu ser, tu alma, a veces antes que tú.
Te reconoce a lo lejos, en medio de una reunión, sin conocerte.
Es algo que surge.

No necesitamos el mismo tiempo sin vernos para actualizarnos.  Necesitamos solo un abrazo, una mirada y dos palabras… estoy contigo. 

Los amigos de verdad son leales,  sinceros, y una palabra basta para saber que están ahí, a nuestro lado,  aunque se encuentren a millones de kilómetros de distancia.  Son nuestros Ángeles Aquí en la tierra.

Los amigos para mí, son esa prolongación de nosotros mismos.

Clairet Reyes 
Agenda tu cita vía online
https://clairetreyes.com/hablamos/

GRATITUD

“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas – la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino. Y es precisamente esta libertad interior la que nadie te puede arrebatar, la que confiere a la existencia una intención y un sentido.”

“El hombre en busca de sentido” de Victor Frankl

Preparamos una agenda que a duras penas conseguimos cumplir,  no disponemos del tiempo que necesitamos.

¡Si tan siquiera el día tuviese más horas fuese maravilloso! ¡Pero no! 24 horas de las cuales debemos dormir 6, con suerte 7, ya solo nos quedan 17 horas… no alcanza. Definitivamente estamos muy ocupados.

En la actualidad vamos muy deprisa. El trabajo, la comida, los niños, el colegio, la universidad, aprender, conseguir, pagar, reuniones, gestiones, cumplir, que no se nos pase nada…

Rogamos al cielo para que todo nos salga bien, cerrar el negocio, tener el dinero suficiente para pagar las facturas, hacer la compra, cumplir en los eventos sociales de los niños… Creamos más negocios con la esperanza que nos genere más ingresos, pero claro, para generar negocio hay que invertir, así que me endeudo, y vuelta a comenzar. Pero no importa, en algún momento todo tomará un matiz diferente. Seguimos rogando al cielo, a Dios, al Universo, a todo aquello que no vemos pero que sentimos que está ahí.
Todo esto no está bien, ni esta mal, es una forma de vivir que hemos elegido.

“SI BUSCAS RESULTADOS DIFERENTES. NO HAGAS SIEMPRE LO MISMO” Albert Einstein

Se nos ha olvidado algo en el camino…

LA GRATITUD POR LO QUE TENEMOS EN ESTE MOMENTO, EN ESTE PRESENTE


No se trata de decir GRACIAS (que también es un gesto agradable tanto para quien lo dice, como para quien lo recibe) Se trata de la emoción de la GRATITUD. Esa emoción que hace que tu mente se tranquile, porque te has dando la oportunidad de recordar las cosas hermosas que tienes ya en tu vida, y que a veces damos por sentado.

Nuestra soberbia de creer que es obvio tener agua potable, electricidad, un plato de comida, ropa de abrigo, un techo donde vivir, familia, amigos, conocidos, tener el don de la vista. Si estas enfermo, tener una persona que te cuida, las enfermeras, los médicos, las medicinas, las sabanas del hospital, el hospital. El poder caminar, si no puedes caminar la silla de ruedas.  El aprendizaje, internet, los libros, la escuela de tus hijos… Es un largo etcétera que sería una lista interminable.

 Por un instante, permítete pensar en las cosas que tienes por agradecer.
El secreto que esconde la GRATITUD es que mientras más agradeces y permaneces en esa emoción, comienzas a observar cómo llegan mejores situaciones a tu vida. A través de la GRATITUD estas subiendo tu vibración, estas conectando con tu ser y con todo lo que te rodea. Estas recordando lo que “SI” tienes. Estas recordándote a ti mismo que tienes muchas más cosas de las que necesitas.  Y como es de ley, el que tiene… más recibe.

Vivimos en el mundo muy deprisa, así que la forma de conectar con la GRATITUD es ir más despacio para que puedas ver las cosas agradables que te rodean.
Agradece, llénate de esa emoción que te conecte contigo mismo. Tus hijos, tu mascota, tus amigos, la sonrisa de un anciano, tu casa, los árboles, la manta que te cubre del frío. Permanece un momento a solas, realiza tres respiraciones profundas procurando conectar con la gratitud y comenzaras a ver cambios beneficiosos a tu alrededor.

Crea el hábito de la GRATITUD como parte de tu vida. Realiza una lista por ejemplo, para dar gracias a cada uno de los amigos, conocidos, primos, familia, compañeros de trabajo, que te tratan bien y que en algún momento has hecho algo por ellos y tú has aprendido ayudando, o simplemente te has sentido bien, o aquellos que han hecho algo por ti. Escribe las cosas que tienes, observarlas y llénate de GRATITUD por cada una de ellas.

Es una decisión que puedes tomar, es una forma de hacer algo diferente y observar como comienzas a recibir, sin necesidad de pedir.


GRACIAS, por leerme, GRACIAS por compartir. Seamos cada día, uno más de los que podemos ver que en nuestro mundo pasan cosas buenas.

¡GRACIAS! ¡GRACIAS! ¡GRACIAS!

Twitter @clairetreyes
Instagram ClairetReyes
Facebook Clairet Reyes
Cjrt

En búsqueda de aprobación

Dijo el popular orador motivacional, de origen estadounidense  Les Brown:

 “La opinión de los demás sobre ti, no tiene por qué convertirse en tu realidad”
Convéncete de ello,  por mucho que lo intentes nunca vas a poder agradar a todo el mundo. Desear gustar a los demás es un desgaste emocional tremendo.

Desde  muy pequeños vamos aprendiendo que la aprobación o desaprobación tienen un sabor dulce y amargo. ¿Qué niño no muestra su cara de satisfacción cuando le aplauden, le alagan o le esbozan una sonrisa de aprobación? ¿Qué adulto no siente una profunda satisfacción, cuando su jefe le felicita por un trabajo bien hecho? ¿Cuántos de nosotros no comentamos con nuestro padre o nuestra madre, algo que deseamos hacer y esperamos su aprobación para continuar?

¿Está mal sentir una emoción de agrado o engrandecernos por una palmadita en el hombro? Pues la respuesta a esta pregunta, dependerá si eres dependiente de la aprobación, o si solo es para ti una herramienta más en tu trabajo, en tu buen hacer en la vida, utilizándola para coger impulso y continuar.

Es decir, a nadie le amarga un dulce, pero si yo espero con ansiedad ese dulce, y no llega,  produciendo en mí una emoción de frustración, desasosiego o tristeza que dura en un alargado espacio-tiempo, tenemos un conflicto, ya que estamos buscando constantemente la probación externa como una forma para continuar avanzando.

Es lógico, sentir una emoción de frustración  o desánimo cuando las cosas no me salen tan bien como  pensábamos, pero de eso se trata la vida, de cometer errores, aprender de ellos y sacarle el mejor provecho.

Por ejemplo, muchas veces nos vemos haciendo favores, cuando en realidad deseamos decir NO. Simplemente por temor a la desaprobación de la otra persona, aceptamos decir y  hacer lo que no queremos.

Como padres enseñamos a los niños a temprana edad, por ejemplo un niño que juega en un parque de arena con sus utensilios, es obligado a compartir sus juguetes quizás en el momento en que se lo estaba pasando mejor, es por ello que el niño a través del llanto o una simple reacción corporal muestra su inconformidad, pero los padres insistimos en enseñarles a compartir, haciendo a un lado, su propio deseo.

No quiero decir con esto que debemos enseñar a los niños a ser egoístas, pero si le enseñamos a compartir, también deberíamos enseñarles a tener en cuenta sus decisiones, si se le dieran la oportunidad de negociar, seguramente nos sorprendería ver la reacción de los niños sin necesidad de ser obligados.

Así vamos aprendiendo a necesitar la aprobación de nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros abuelos, nuestros primos, amigos, compañeros de trabajo, jefes y un largo etcétera.

¿Cómo hacer, para no necesitar la aprobación de quienes nos rodean? Vamos a observar lo que sentimos, si me siento mal por una desaprobación, simplemente lo asumo, y me reconozco, un ser completo, a sabiendas de que no podemos gustar a todo el mundo y el hecho que alguien no esté de acuerdo con nosotros no quiere decir que nos rechacen, simplemente piensa distinto.

Eso es lo natural, somos todos seres únicos, con pensamientos distintos, capaces de aprender de nuestros errores, y tomarlos como plataforma de lanzamiento hacia una nueva actitud.

En la medida que hagas consciente esa sensación extraña de desaprobación, pregúntate que deseas hacer ¿tomar impulso, comprenderla, continuar, reconocer que eres un ser maravilloso y completo que aprende cada día?  Definitivamente puedes confiar en ti y en lo que sientes.


En un claro ejemplo social, estamos en la búsqueda de una constante aprobación, con las redes sociales, buscamos más likes, más me gusta, y esto es muy estresante. ¿Publicas? Publica para ti ¿Estas pendientes de los likes? Genial eso es marketing, pero no una necesidad de que las personas aprueben tu vida y en ello se te vaya la energía.

Verás que es muy irónico, mientras más aprobación busques, más personas encontrarás que te desaprueben. No es que la vida desee fastidiarte, lo provocas tú mismo para poder cambiarlo, recuerda que los demás, te muestran aquello que no ves y deseas modificar en ti. 

Es una decisión saber qué hacer con las emociones, si permanecer,  fluir o avanzar.  Tú decides, permite a tu ser,  expresarse desde su perfección.

“No permitas que el ruido de los demás, ahoguen tu voz interior”  Steve Jobs

Clairet Reyes
Twitter @clairetreyes

Cuando un ciclo termina

Estamos en una época de cambios. Todo se mueve, fuera y dentro de nosotros. Lo que está ocurriendo a nivel global, nos esta ocurriendo a  nivel individual. Piénsalo, los sistemas que antes te funcionaban, ya no te funcionan. Las relaciones que antes nos agradaban ya no nos divierten tanto, los amigos son los mismos, pero algo ha cambiado. Pero ese no es el problema. El conflicto interno se nos presenta, cuando no asumimos que los cambios están sucediendo, y que inevitablemente estamos cambiando con ellos. Nos guste o no, en esa adaptación externa que se va sucediendo, algo dentro de nosotros va cambiando también. Esto es así, y no está bien ni está mal, solo sucede.

Desearíamos meter en una maleta todos nuestros recuerdos,
nuestras fotografías, nuestras vivencias, esas que cuando evocamos nos hacen aun sonreír. Meterlo todo debajo de nuestra cama, para poder mirarlos en cada añoranza. Lo podemos hacer, por supuesto que sí, pero si deseamos que nuestro tránsito sea más liviano, vamos a tener que dejar muchas cosas en el camino. Al principio rememoraremos, fechas, cumpleaños, fiestas, costumbres, y muchos nos aplaudirán, porque deseamos la aprobación de quienes nos rodean. Pero poco a poco, tendremos que asumir que el cambio se está produciendo, y que fuimos nosotros quienes decidimos comenzar a caminar. Entraremos en conflicto con nosotros mismos por ejemplo, cuando alguien quiera hacernos participar de algún evento que ya no nos divierte, no porque no seamos divertidos, no porque nos hagamos mayores, ni porque nos parezca absurdo, es sencillamente porque el ciclo ha pasado, se ha cumplido y ha comenzado uno nuevo. Nos encontraremos ocupados construyendo una nueva vida. Un nuevo camino. No asumir los cambios nos llevará a entrar en un desequilibrio dentro de nosotros, pero de nuestro conflicto interno es como vamos aprendiendo a conocernos.


A veces ¿no te ha pasado, que te ves haciendo cosas que no quieres hacer, diciendo cosas que no quieres decir, ayudando a personas que no quieres ayudar? Y en el peor de los casos, ¿manteniendo forzadamente una relación que sabemos que ya ha terminado hace un tiempo atrás? (De las parejas hablaremos en otro momento) 

Vamos postergando los ciclos, enturbiándolos, haciéndolo más difícil para cada una de las partes. Hay momentos en que debemos detenernos para saber lo que realmente queremos de nosotros mismos, para volver a plantearnos que es lo que deseamos realmente y cuál es el camino que deseamos continuar. Pero en este nuevo proceso de cambio, escuchar a tu ser, que es, el más sabio de todos los sabios, es el único camino.

Vamos a aprender a escuchar a nuestro cuerpo,  nuestra mente,  nuestra alma. Solo así podremos recuperar aquello que hemos olvidado y que no nos permite sonreír por dentro. Porque sonreír de cara a la galería es muy fácil, pero esa sonrisa que tiene nuestra alma debemos dejarla brillar. Y la única forma es conociendo lo que está ocurriendo en nuestra vida. Sin ocultarnos las emociones, sin máscaras con nosotros mismos. Siendo consciente que si un ciclo termina, no quiere decir que corramos al otro extremo de la vida, los ciclos terminan simplemente, y se produce el cambio. Si no lo permites, tu cambio se va haciendo incomodo dentro de ti, buscando ese espacio que necesita. 

¿Cómo hacer esto? Cada uno encontrará su respuesta y su espacio, en su ser. Pero en lo cotidiano, puedes comenzar por re-conocerte. Comienza a mirarte en el espejo, a amar quien eres. No lo que haces, no lo que estudiaste, ni lo que dicen los demás. Eres tú…dentro de ti, esa comunión de ti con tu alma. Ese yo que está ahí quieto esperando que lo dejes brillar. Tu ser será tu mejor brújula. 

Sé consciente de las cosas que te gustan, atrévete a decir no, cuando quieres decir no, y aceptar solo aquello que deseas. Vivir desde la auto-referencia. Reconociendo nuestros defectos y nuestras virtudes. 

Siempre nos han dicho que debemos ser mejores personas, una persona perfecta. Pero no nos han enseñado a aceptarnos con nuestros errores, a tratarnos con amor cuando nos equivocamos, a sanar nuestras heridas y levantarnos, reconociendo que hemos fallado. La vida nos ha enseñado a luchar, y se nos ha olvidado SER. Ya hemos cometido errores, ya hemos fallado, ya hemos triunfado, ya hemos reconocido quienes somos, ahora, en este momento en que todo está cambiando, es el momento para dejar salir esa mejor versión de nosotros mismos. Reconocer  los ciclos que han terminado para poder despedirlos y comenzar de nuevo. No siendo mejor persona, sino siendo tú, con tu luz y con tu sombra. Dejando a nuestro SER expresarse dentro de nosotros, encontrando su espacio nuevamente. Porque eres lo mejor que te ha pasado en la vida, porque eres un ser perfectamente imperfecto.

Clairet Reyes

#Cjrt

El Árcangel Miguel o Mikael

Miguel es dibujado en muchas ocasiones con una espada, como un guerrero, como un justiciero. Cuando escribí la novela "Siempre estaremos a tu lado" recibí la información que aparece reflejada en los primeros capítulos y quería compartir la sensación de aquella información.


Miguel o Mikael es quién coordina a muchos equipos de Ángeles (así en la tierra como en el cielo) distribuye las tareas a los jefes de equipo, pero conoce muy bien a cada uno de los componentes. 
Es compasivo, bondadoso, tierno, y respetuoso del proceso de cada uno. Distribuye funciones, y se asegura de dejar muy claro como se debe cumplir. Es disciplinado, ordenado, y con carácter. 

Su sola presencia emite orden. No le importa que sigan viéndolo con una espada como representación de justicia. Pero desea que sepan que fue una imagen utilizada, necesaria para los momentos que se vivieron, eran épocas de guerras, conflictos y falta de fé, así que necesitaba mostrarse según el momento vivido. Esa imagen ha sido transmitida de generación en generación, pero los que realmente trabajan con él, lejos de religiones, creencias y patrones adquiridos, saben bien que es un ser amorosamente firme. 

Su firmeza, radica en que cuando le pides que solucione o te ayude a solucionar un problema, quizás al reajustar tu energía para solucionar el problema pueda doler, pero luego entenderás que era necesario. Su equipo, utiliza tus mismos recursos, los recursos de tu vida cotidiana para ayudarte a avanzar. Cuando son problemas muy graves, se presenta él, y el conflicto queda resuelto, pero sabrás que ha pasado por allí, porque es una energía que mueve y mucho. Si estás muy atent@ notarás su presencia, porque es intensa, y mágica. 

Su equipo de Ángeles harán lo que deban hacer, cuando les pides ayuda, por ello, no esperes una solución de una determinada manera, no te preocupes, ellos encontraran una forma, que quizás no sea la que esperabas, pero al final será la mejor para ti. 

El Arcángel Miguel o Mikael como lo llamo en mi novela, es grandioso, hermoso, fuerte, firme, se le relaciona con el color azul, porque es lo que para ti es más cercano al cielo. Te reconoce, como un ser humano, así que ni te juzga, ni hace justicia, simplemente restablece el equilibrio. 

Los Ángeles y los Arcángeles, están a nuestro lado, para ayudarnos a recuperar la divinidad que somos y recordarnos que somos seres espirituales, viviendo una experiencia humana. 

El despertar de la consciencia

Desperté muy pronto, miré el reloj, apenas eran las 4:14 de la madrugada. Por más que intenté dormir de nuevo, no lo conseguí, así que me levanté y prepare un café. 

Recordé, que leyendo una vez al Dr. Dyer, en uno de sus libros decía bienintencionadamente, que si te despiertas muy pronto debes levantarte para escuchar la voz de Dios, aunque luego te duermas por los rincones el resto del día. No cuestiono a mi admirado Dr. Dyer,  lo he probado, vale la pena porque a esas horas tempraneras tu mente sigue de reposo, te fluyen las ideas, y hay un susurro de paz que te ayuda a conectar con la mejor versión de tí,  pero les prometo que a las dos de la tarde no soy persona. Lo continuo haciendo como un ejercicio para escribir.


Entré en el facebook y encontré "casualmente" un artículo sobre los síntomas del "despertar". Creo que es un artículo interesante pero que no tiene nada nuevo, alguien lo escribió un día y todos hemos copiado en nuestras redes. En el post, explicaban  los síntomas del despertar de la consciencia. Que despertarse a las 4 de la mañana, tener dolores en el cuerpo, pérdidas de memoria leves, entre otras sintomatologías, corresponden a un ajuste energético en tu cuerpo físico.

Muchas de las personas nos encontramos en búsqueda de información, saber lo que ocurre en este momento. Es una época de cambios, buscamos algo que nos ayude a comprender o para tratar de acoplarnos a alguna idea que tenga coherencia con el proceso que estamos pasando, para tener una tranquila justificación de lo que estamos sintiendo. Esta bien buscar respuestas, tratar de comprender lo que nos ocurre...

Se habla mucho del "despertar", pero, realmente ¿hemos estado dormidos? ¿Quién determina, quién está despierto y quién está dormido? ¿Cómo se mide? ¿No sería esto también, entrar en grupos de definiciones? ¿No sería entrar a prejuzgar, en un vano intento de querer demostrar que hemos recorrido un largo camino de búsqueda, llenándonos de definiciones, y un largo vocabulario místico, casi esotérico?

¿Por qué dicen que estás dormido? ¿Será porque trabajabas, vives a diario, sin saber ni interesarte por lo que está ocurriendo a nivel cósmico? ¿O porque no hablas con piedras, y eres incapaz de escuchar nada más que tu propia voz?

¿Estás dormido porque eres incapaz de meditar durante 5 minutos al día? No manejas los términos, meditación, constelación, pledayanos, reiki, energía, Akáshicos... entre otros miles, y te pierdes cuando lees algo que te suena a otro idioma. O quizás porque no andas con una sonrisa todo el día, como si el mundo de las emociones te resbalara en una invisible capa de jabón que te cubre de cara al público.

No sé quién esta dormido y quién esta despierto, lo que si te puedo decir es, que si estás viviendo, estás cumpliendo el propósito que todo ser humano debería cumplir... VIVIR.

No sé si estas conectado o no. Pero si con la vida que llevas eres feliz, estás tranquilo, vives en serenidad, entras en conflicto, cometes errores, los corriges, te sirven de experiencia, caes, te levantas, te duele el cuerpo, un día te despiertas temprano y simplemente te vuelves a dormir. No te sientas mal por ello, tu plano físico, tu cuerpo, está determinado por tus pensamientos, por tus emociones, por tu alma, y por un sin fin de informaciones que no necesitas comprender... No solamente estás despertando a otra consciencia, cuando te encuentras viviendo tu vida, observándote, comprendiendo tus emociones... estás despertando a tu consciencia.

El despertar de la consciencia, nos lo inventamos, los que andamos en una búsqueda constante, tocando muchas puertas, los que nos hemos caído, nos hemos levantado y hoy podemos decir que estamos despiertos solo por el hecho de saber que somos seres humanos, y que nuestros errores han sido parte de nuestro mayor aprendizaje. 


Estamos despiertos, cuando somos quienes manejamos nuestros pensamientos, cuando conseguimos escuchar dentro de nosotros esa parte que se manifiesta, que te hace sentir maravillosamente, aunque sea unos segundos. Cuando puedes disfrutar de lo que haces, sin sentirte atado, porque sabes que has elegido. Eso para mí es estar despierto. Pero si alguien me dice que estar despierto es meditar durante las 24 horas del día, ser vegetariano, asistir a todas las conferencias que existan, también tendrá razón. Porque todos los despertares son distintos cuando parten de ti, de lo que realmente has descubierto para vivir en armonía contigo mismo. Quizás para ti, sea vivir con tus hijos, tus nietos y disfrutarlos, para otros será la naturaleza, los animales, para otros será escribir, para otros viajar...

El secreto del famoso "despertar", no es más, que el minucioso trabajo que tiene conocerse a sí mismo, que conozcas tus emociones, tu cuerpo, para que así puedas conocer tu espíritu. Saber que tienes derecho a sentirte mal, a estar triste, enfadado, tanto como ser feliz.

Acepta lo que te gusta y lo que no te gusta de ti mismo. Acepta lo que te gusta hacer y lo que no te gusta hacer. Comprendiendo que es tú elección elegir un camino u otro, da igual cual sea, ese será tu "despertar". Porque entonces dejarás de estar en conflicto con lo haces y lo que piensas.

Tu despertar y el mío nunca serán iguales, porque somos distintos, pero no te quepa la menor duda que, cuando tú estas en ese lugar de tranquilidad dentro de ti y yo esté en ese lugar de tranquilidad dentro de mí, tú y yo habremos despertado, no a la consciencia, sino a nuestra propia consciencia. 

Clairet Reyes




LO REAL Y LO IMAGINARIO

Nuestro cerebro no establece diferencias entre un hecho imaginario y un hecho real.
Llamo «real» al hecho que viene del exterior, a una situación que se vive, que se ve, que se oye, que se puede percibir de manera sensorial. Por el contrario, un hecho «imaginario» es de orden cognitivo, es una cosa en la que se piensa, que se imagina o que se evoca.

El cerebro, por tanto, no establece diferencias entre estos dos tipos de hechos. Cuando se vive un hecho o cuando se evoca, el cuerpo segrega unos mismos ácidos, suda, tiene las mismas palpitaciones; y, en el plano emocional, tiene la misma alegría o la misma tristeza, ira, vergüenza, etcétera. La emoción es idéntica.

Esta observación tiene unas consecuencias que pueden ser de primera magnitud en el proceso del comienzo de la enfermedad. Cuando sobreviene un hecho exterior, como de hecho están sobreviniendo en cada instante de nuestra existencia, el hecho es coloreado, teñido, más o menos deformado, por nuestra subjetividad, por nuestro mundo interior. Reconstruimos lo real de manera constante. Este hecho atraviesa en nuestra bio-diana el círculo del pensamiento. En ese instante se identifica, se califica, se asocia con recuerdos.

Contemplo una pintura que no había visto nunca. Simples manchas de color. Consulto el nombre del pintor y veo que es Gauguín, Picasso o Miró. El cuadro, que es el mismo que hace unos segundos, me produce inmediatamente un impacto emocional completamente nuevo: «¡Ah! Es un Picasso; qué fuerza tiene...».

En el mismo orden de ideas, el narrador de El principito cuenta: «Cuando yo era niño, vivía en una casa antigua, y se decía que había en ella un tesoro escondido. Claro que nadie había sido capaz de encontrarlo, y quizá no lo habían buscado siquiera. Pero encantaba toda la casa. Mi casa tenía un secreto oculto en el fondo de su corazón...».

Por tanto, nosotros no nos relacionamos con un mundo exterior objetivo, cuantificable y reproducible, sino con una idea, con una construcción interna, con una recreación interior del mundo exterior... A menos, quizá, que alcancemos un «despertar» como el que ha descrito, entre otros, Buda. Se trataría de un estado de conciencia del presente desembarazado de los filtros interpretadores personales... A falta de alcanzar este estado de la con ciencia, el ser humano pone etiquetas, interpreta, atribuye un sentido, y no reacciona al mundo exterior sino a este sentido. No por ello deja de ser la etiqueta completamente imaginaria, virtual, arbitraria, aleatoria. Esta engendra una emoción qué puede ser agradable o desagradable, en virtud del sentido que se atribuye al hecho.

Epicteto escribió en su Manual que «lo qué| perturba a los hombres no son las cosas, sino las' opiniones que ellos tienen de estas. Por ejemplo, la muerte no es un mal en absoluto. Pero la opinión que se tiene es que la muerte es un mal; y este es el mal. Así pues, cuando estemos contrariados, perturbados o tristes, no acusemos a nadie más que a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones».

Ya sea el hecho de origen real (externo) o imaginario (interno), la emoción será real y evocará una respuesta biológica real, por ejemplo en forma de tumor, de úlcera, de contracción muscular u otras.
Así, se puede gastar una broma pesada a un amigo diciéndole que se ha visto a su pareja paseando del brazo de un desconocido... El que oye esto puede sentir que el corazón se le acelera, o que le sale espuma por los labios, o que se hinchan las venas del cuello, etcétera. Todo ello a pesar de que al cabo de tres minutos se le dirá que todo ha sido una broma absolutamente inventada. Lo determinante es la representación de la cosa, más que la cosa en sí.

LA EMOCIÓN ESTÁ ASOCIADA A NUESTRA REALIDAD BIOLÓGICA

En la Descodífícación Biológica estudiamos las funciones arquetípicas de la piel, de las glándulas suprarrenales, del hígado, de la vejiga... Buscamos cuál es el arquetipo para cada órgano. Por ejemplo, para la vejiga, se trata de marcar el territorio, como lo hace el perro, el leopardo y otros muchos animales.

Así, cuando viene a consultarme una mujer con un problema de cistitis, yo me pregunto quién invade su territorio, produciéndole ganas de orinar todo el día. ¿Quién viene a levantar las tapas de las cazuelas en la cocina, cosa que ella no soporta? Puede que sea su marido quien esté invadiendo su territorio, en contra de la voluntad de ella. Se trata de una reacción arquetípica, expresada biológicamente por el cuerpo y en el cuerpo.

Extracto del libro Descodificación biológica Christian Fléche
@Cjrt

EGO ROTO

- ¡Una ayuda para comer, una ayuda para comer! – gritaba aquel hombre mayor extendiendo su mano a cuantas personas hubiesen en el metro, su tono no era de petición, ni de humildad, ni siquiera de prepotencia, era más bien lineal como quien da una información.
Lo vi pasar por mi lado y alejarse entre la filas de vagones continuos del metro de la gran capital.
Aquel hombre despertó en mí una sensación de incomodidad, de tristeza, de compasión, muchas emociones que sería incapaz de descifrar. Muchas veces había estado yo sin una moneda en el bolsillo, y cuantas personas en ese momento estarían en la misma situación ¿qué sentiría aquel hombre por dentro?
 Muchas personas lo miraban con menosprecio, otras con cara de indiferencia, continuaban su conversación como si no hubiesen visto nada. Otras reflejaban en el rostro no solamente el menosprecio sino la indignación de que fueran capaces de pedir.
Cuando recién llegué a España escuché a muchas personas bien acomodadas, que ganaban en ese entonces mucho dinero decir cuando veían pasar a jóvenes pedir: “está pidiendo, en vez de ir a vender la Farola”  aquel periódico pequeño que se vendía y que desconozco si salió de circulación. La frase venía acompañada de ironía, de prepotencia, de quien juzga porque asegura conocer la vida de la persona que pide.
Aunque no muchos han estado al borde de pedir para comer, sí que muchos hemos estado en situación crítica de tener que pedir dinero prestado y estar al borde de la desesperación, aún teniendo contactos, aún teniendo amigos y familia.
¿Qué lleva a una persona a pedir en un momento determinado de su vida en la calle,  más que la desesperación de no tener?
Ese momento en que, a solas en su casa decide salir y dice: “no puedo más,  tengo que salir a pedir” ese momento en que rompe sus valores, sus principios, su orgullo, su amor propio.
Es un momento en que el EGO queda roto en mil pedazos, para dar paso a la humildad de rendirte y decir “no puedo más, necesito pedir, no tengo otra alternativa”.
Dinero, comida, ayuda. Lo que sea. Nadie quiere pedir, los seres humanos queremos todos valernos por nosotros mismos, ser fuertes, capaces, pero hay oportunidades en que simplemente “no puedes”.
Por ello,  si vez a una persona pedir en la calle, no la mires con menosprecio, no la ignores, quizás sea un reflejo de ti mismo en un momento determinado de tu vida en una situación distinta. Porque, no te hace mejor persona pedir un préstamo de  10.000 euros,  que pedir unas monedas en el metro, estas pidiendo porque lo necesitas. 
A veces somos mendigos de amor, de afecto, de atención, de trabajo...
Cuando veas una persona pedir, no digo que le des a todos los que piden, te arruinarías en el momento. Pero si  cuando te salga del alma,  con compasión,  con amor.
Y si un familiar te pide prestado, es porque necesita, porque no tiene. Piensa que para esa persona, el pedir,  es romper sus principios y sus valores, es reconocer que no tiene, y eso amigo mío, es algo que duele en cualquier ser humano.
Ahora bien, también es verdad que existen personas que piden por vicio, pero seguro que a esos los reconoces.
No te atrevas a juzgar a los que piden en la calle, nunca sabes el calvario que llevan dentro, no te hace mejor persona tener, y mirarlos por encima del hombro.
La compasión no se compra y quizás esos pocos céntimos sirvan para completar 2 euros y poder comprar un paquete de espaguetis, una barra de pan y huevos...  ¡Gran comida para los que no tienen!
¡Gracias a todos aquellos que me han ayudado en algún momento de mi vida con una sonrisa!
¡Gracias por los que me ayudaron aun cuando su cara era de desaprobación, me hicieron más fuerte rompiendo mi Ego!
El Universo te regresa todo aquello que das, con alegría y triplicado. 
Recuerda que no es solamente dinero lo que puedes dar, es alegría, una palabra de aliento, un apoyo, un te quiero, un beso, un abrazo…la compasión misma en su mayor expresión.
©Cjrt

¡VAMOS LEVANTA!

¿QUÉ HACES? Si acabas de caer.. . levántate ¿Qué haces en el suelo lamentándote, esperando que otros te ayuden, esperando que te consuel...