Escuchando lo que siento

Un día cualquiera me dirijo hacia el metro, pérdida en mi agenda mental. De pronto,  se despierta en mi una sensación de desasosiego. Observo y me pregunto ¿Qué  es lo que siento?  Lo identifico y le pongo una etiqueta ... "pobre de mí".

... La idea era solo observar,  sin juzgar,  sin etiquetar. Conozco bien la teoría, hablo de ello en mis charlas. Pero ya está hecho. La he etiquetado, una pequeña manía de ponerle nombre a lo que siento, que me aleja de mi misma...


Después de unos minutos observando, reconozco que es una emoción que surge de algo vivido,  reconocido del pasado. Pero no es una realidad actual.  La observo, y me doy cuenta que no es la primera vez que la tengo.

 Trato de ver mi reacción física... es, como una opresión en el pecho,  un halo de culpabilidad aparece asomado como diciendo:  ¡Tan fácil que es, cuando haces las cosas bien! 

Lo observo. Lo dejo estar.  Esta ahí.  Lo siento. Ni siquiera tengo que pensarlo, pareciera que tiene vida propia.  Es posible que tenga tentáculos,  si,  porque siento como se extiende desde el pecho, hacia los laterales de mi cuerpo. De pronto comienzo a respirar con dificultad. No pasa el aire de forma regular, un nudo se posiciona en mi garganta.  Ahí está, puedo notarlo. Es algo parecido, a cuando comes un trozo de carne muy grande, y se queda a mitad de camino.  Trago. Me cuesta tragar.  Pareciera que sube.  Ahora tengo un poco de dolor de cabeza. También aparece un pequeño dolor en la zona baja de la espalda. Mi respiración se agita un poco más.   Observo. 

Llegó al metro.  Me siento.  Continuó observando.  Un dolor leve aparece en mi hombro izquierdo. Observo.  Mis pensamientos, ahora acompañan a los dolores y pienso en las deudas económicas. Vuelta a empezar.  ¡Si tan siquiera hubiese echo las cosas bien!

Me hago consciente, que todo esto sucede mientras observo. Soy los pensamientos,  pero también  mi cuerpo biológizando y soy quien observa... 

Muy bien!  ya observé!   Ahora respiro profundo.  Tomo una decisión:  Este es mi cuerpo.  Mis emociones,  mis pensamientos , soy yo quien controla y decido. 

Hago tres respiraciones profundas, casi con la intención de hiper ventilar.  
Mi cuerpo comienza a recuperar la presencia que necesito.  Muevo un poco el cuerpo para recordar que soy yo quién está al mando. Me toco el cuello y el hombro esa parte que se ha tensado y masajeo discretamente, pues aun continúo en el metro.
Me digo con certeza, que no necesito ni dolor,  ni pensamientos castrantes.  Lo vivido, es parte de mi aprendizaje y pertenece al pasado. Ya no necesito nada que ponga en tensión mi cuerpo. 

Comprendo que hasta ayer, pensaba que todo esto me correspondía como parte de un castigo. Me había sentido culpable , había creado un castigador. Pero todo esto contradice mi Ser,  contradice el Universo donde vivo. Contradice mi Divinidad.  Todo se crea.  He creado un mundo ficticio, que decido dejar atrás.  Ha sido una fantasía. Ha sido un mundo virtual. Nada es verdad.  Hasta el dolor que ahora siento en el costado izquierdo. Me muevo y le doy las gracias a todos y cada uno de los dolores.  Los he creado yo,   ahora ya no los necesito. Los despido. Mi cuerpo comienza a recuperarse, comienzo a sentirme liviana, serena, con más energía. 

Ahora, que ya he observado mis emociones, mi cuerpo y mis pensamientos, es el momento de utilizar las palabras positivas. 

Ahora, ya no se quedaran en el vacío... porque desde esta conciencia de presencia, sin juzgarnos como seres humanos que somos, perfectamente imperfectos... desde esta presencia, desde esta esencia, recuerdo que ... 
Todo es fácil para mi.

Clairet Reyes 
Agenda tu cita vía online
https://clairetreyes.com/hablamos/

¡VAMOS LEVANTA!

¿QUÉ HACES? Si acabas de caer.. . levántate ¿Qué haces en el suelo lamentándote, esperando que otros te ayuden, esperando que te consuel...