Si te ofendes tienes razón, es una emoción que nace en ti

A ver si te suena familiar este diálogo telefónico de una situación que llamaremos X:

Persona cualquiera que vela por sus intereses:
 - ¡No te puedo pagar eso!  ¡Ese trabajo no vale el dinero que me cobras!

Persona que recibe la información y a quien se le disparan las alertas emocionales:
 - Vale, si así lo piensas. Me entra otra llamada, después te hablo - me excuse ofendida y colgué la llamada.
Realmente no quería hablar nada más con ese hombre...  ¿Cómo se atrevía a desvalorizar mi trabajo así?  ¿Dónde encontraría una persona tan fiel como yo, que le hiciera un trabajo impoluto como el mío? ¿Y las veces que le había realizado trabajos sin cobrar? ¡Ah claro, así si "debíamos invertir todos"!... ¡No amigo mío, la vida es una calle de doble sentido....yo te doy tú me das...pero parece que algunos se les olvida en el camino que han necesitado ayuda...!

Consciencia del pensamiento stop:
-¡Para, para! ¡De verdad para ya! ¡Calla de una vez! - le ordene a mi mente después de escuchar atentamente lo que vociferaba. Pero a medida que dejaba fluir los pensamientos, me daba cuenta que tomaba más fuerza, así que tuve que detenerla.

¿Te ha pasado alguna vez, sentirte ofendido por una situación que no responde a tus expectativas?
Cuando estamos ofendidos, indignados, molestos... tenemos dos opciones, permitir  que la emoción nos controle, nos limite o tomar el control y decidir cómo quieres sentirte.

En el primer caso, ya sabes lo que ocurrirá. No sería la primera vez que el ego se ofende, al fin y al cabo está diseñado para sobrevivir y defenderse. Pasa religiosamente, te ofendes, llamas a dos personas que te apoyen y  sostengan tu conflicto. Le contarás, exagerando un poco toda la situación (para conseguir la aprobación) y así estar más seguro de tu indignación. Y es que es muy fácil encontrar personas que se indignen contigo. Sobre todo porque a las personas a las que acudes, de una forma u otra son como veletas, van donde les convenga, sin criterio propio, o personas que hacen que te escuchan y te dan la razón para que calles de una vez, pero tú estarás tan centrado en la queja que ni te darás cuenta,   ya tu ego se encargará de encontrar a las personas acordes a él mismo.

Otra alternativa es observar lo que ha ocurrido, después de escucharte a ti mismo, después de conocer la emoción desbocada que acababa de ocurrir. Conocerte, esa la idea de observar las emociones, o previamente a la explosión, o después de ello.

Pero ¿cómo haces para no indignarte? ¿Qué es realmente la indignación?.
Según la RAE: “Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos”.

“...Contra una persona o contra sus actos.” Qué curioso que no se defina la indignación dentro de ti mismo, que es donde ocurre.

Pero volvamos al caso inicial. La primera alternativa, te dejará agotado, discutirás por tus derechos y quizás conseguirás lo que quieres por la fuerza, pero sabes de hecho que ya no trabajarás más con esa persona.

Entender lo que sientes dentro de ti, que es lo que te molesta de esa actitud.
Observándote,  verás un claro "pobre de mí", "pobre de mí que no valoras mi trabajo", "pobre de mí que me tratas así", "pobre de mí"... bla bla bla...

Decide llegar a un trato contigo mismo... Ante todo reconoce la situación, elige si aceptas o no el trabajo, si no lo aceptas será tu elección y si lo aceptas negocia las condiciones, no lo tomes a título personal, es solo trabajo. Decide respetar y valorar tu trabajo, tu  esfuerzo, tu valía laboral... y decide aceptar lo que te ofrecen, como un vehículo para conseguir más personas y empresas que si valoren tu trabajo. Tienes el derecho de estar contento con lo que estás haciendo y con los que si valoran lo que haces.

Ahora eliges tú, dónde y con quién quieres trabajar y con quién no.  Descubre el "pobre de mí" que te limita y te hace sentir ofendido. Ahora lo puedes ver, observar y trabajarlo, permitirte trascender la emoción hasta convertirla en valoración. El problema de no tomarte un tiempo para ver lo que ocurre cuando te ofendes, es que atraerás más personas para hacerte consciente de aquello que no ves. Es un trabajo de hormiga, pero es maravilloso poner el foco dentro de ti, recuperas el poder de decisión que habías perdido.

¿Se repetirá una situación similar en tu vida? Posiblemente sí, pero ahora te tomaras tu tiempo, tratarás de responder desde ti y no desde tu ego, porque eres tú quien controla tu vida, eres tú quien decide si te sientes bien o te sientes mal.
Y cuando la responsabilidad de tus emociones son solo tuyas, tienes el poder en tus manos.

Ahora decide no ofenderte. Y si te ofendes, recuerda que la emoción sucede dentro de ti, trasciende la emoción, aprende de ella, limpia y libérate.

Como decía el doctor Wayne Dyer  "si buscas algo por lo que sentirte ofendido,  indignado... siempre lo encontrarás"

Clairet Reyes
Twitter @clairetreyes
Instagram @clairetreyes


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡VAMOS LEVANTA!

¿QUÉ HACES? Si acabas de caer.. . levántate ¿Qué haces en el suelo lamentándote, esperando que otros te ayuden, esperando que te consuel...